15M Encuentro Nacional del Frente Renovador

De la incertidumbre a la acción: desafíos para el futuro de Argentina

Hoy, la política argentina atraviesa uno de sus momentos de mayor incertidumbre. Los argentinos estamos cansados de la violencia, de tantas promesas vacías, de peleas internas y de la desconexión oficial con los tragedias y los problemas reales. Las agendas de quienes gobiernan parecen cada vez más lejanas de lo que la gente piensa, siente y vive.

Frente a esta crisis, el Gobierno Nacional se pierde en sus propias internas, en el show mediático y en la política de la agresión. Sabemos que la situación es cada vez más compleja: el sueldo alcanza para cada vez menos, la inseguridad preocupa, los jubilados están desamparados y los aumentos de tarifas y de transporte público son abrumadores.

Pero no vamos a quedarnos en la crítica fácil porque no somos comentaristas de la realidad. Somos protagonistas y venimos a trabajar para construir un modelo de país justo, transparente y ordenado.

El Frente Renovador nació en 2013 con un propósito claro: transformar la Argentina.
Con una educación pública de calidad e inclusiva, con un modelo de seguridad exitoso que invierta en tecnología y en prevención. Con una mirada que entiende que el salario de los trabajadores no es ganancia y que prioriza la producción por sobre la especulación financiera. Con una gestión del Estado transparente y con igualdad de oportunidades. Con energía más accesible para los argentinos.

Durante estos doce años, nos consolidamos como un movimiento plural y federal en el que convivimos radicales, peronistas, académicos, empresarios y representantes de los trabajadores, y en el que nos unió siempre una sola misión: mejorarle la vida a nuestros compatriotas. Un proyecto para todos: sin estafas ni atajos. Sin especuladores.

Como venimos proponiendo desde el 2013, Argentina necesita grandes acuerdos que trasciendan los gobiernos de turno. No podemos rediscutir todo cada 4 años, como si cada gobierno nuevo refundara el país. Trabajamos por un país en serio, que continúe lo que se hace bien y corrija lo que se hizo mal, sin mezquindades o prejuicios ideológicos. Un ladrillo arriba del otro.

No queremos un modelo basado en la especulación financiera ni en promesas electorales de urgencia. Queremos un país donde cada argentino y argentina puedan proyectar su futuro, donde todos tengan igualdad de oportunidades para llevar adelante su proyecto de vida. Donde los esfuerzos del Estado se enfoquen en quienes más lo necesitan.

En estos años, demostramos que podemos ser coherentes sin ser dogmáticos, adaptándonos a los cambios de nuestra sociedad y del mundo. Nadie nos verá fomentar más grietas o alimentar odios. Nosotros no estamos para dividir, estamos para unir.

Y queremos que el Estado esté al servicio de esa mirada: una Argentina productiva, cercana, segura, moderna y justa. Porque las instituciones no son un capricho: son lo que nos garantiza vivir en un país ordenado., y no se pueden manosear según la conveniencia del momento. No puede haber impunidad ni de un lado ni del otro. El Estado tiene que estar presente para garantizar el orden, pero sin abusos.

En el Frente Renovador entendemos al poder como una herramienta, no como un trofeo. No buscamos gobernar para imponer, sino para desarrollar políticas concretas y transformar la realidad desde la cercanía y la acción. Lo demostramos cuando pagamos jubilaciones en las plazas después de la crisis del 2001, cuando nadie daba la cara; también cuando cambiamos el modelo de seguridad en Tigre y lo llevamos al resto del país; cuando eliminamos el impuesto a las ganancias, cumpliendo con un compromiso de 2013; cuando construimos el Gasoducto -contra todo pronóstico-, levantando los cimientos del futuro energético del país. El Poder para hacer, no para mandar.

Con tanto Estado como sea necesario, y tanto mercado como sea posible.

No hacemos política para la foto. Lo nuestro es transformar realidades y no bajar los brazos. Trabajamos para que la angustia de los argentinos se transforme en esperanza. Nuestra única preocupación es cómo solucionar los problemas a los argentinos; y cómo construir un futuro mejor para nuestra nación.

Por eso, cientos de jóvenes y dirigentes se suman hoy al Frente Renovador. No vienen por una bandera política, sino por un sueño: construir una Argentina donde el trabajo, la educación, la salud y la seguridad sean oportunidades y garantías para todos.
Este encuentro es un nuevo comienzo. Un punto de partida para demostrar que otra Argentina es posible.

Hay momentos para ser protagonista y momentos para ayudar a que otros lo sean: para trabajar en la unidad. Ahora hay que ayudar a que emerjan nuevos liderazgos. Hay que recorrer el país, escuchar y construir. Hablar con quienes perdieron la esperanza, para que vuelvan a creer en la política y sean protagonistas.

En el Frente Renovador sabemos que no hay que esperar al futuro. Hay que construirlo. Terminemos con el derrotismo. Vamos a ganar en octubre. Vamos a ganar en la Ciudad, y también vamos a ganar la Provincia. Este es el primer paso para que en 2027 haya otro Presidente.

Es tiempo de pensar en grande y empezar a construir el futuro. Estamos listos para encontrarnos y construirlo juntos.

Análisis del contexto argentino y propuestas a futuro:

A 15 meses de gestión, el gobierno de Javier Milei ya muestra señales claras del impacto que está generando y de las debilidades que enfrenta y dificultan su camino: consumo estructuralmente deprimido y déficit externo crónico. Ambos son resultado de la carencia de una política productiva que busque generar empleo de calidad en el país.

A pesar de algunos indicadores económicos que podrían sugerir una mejora, el consumo masivo sigue siendo una de las principales debilidades del gobierno actual. Las ventas continúan estancadas, incluso con el aumento de los ingresos, lo que refleja un problema estructural en la economía.

Las ventas en supermercados y autoservicios mayoristas mostraron una clara caída durante 2024, reflejando una disminución en el consumo masivo. Según el INDEC, las ventas en supermercados cayeron un 3,3% en comparación con el mismo mes del año anterior y un 0,3% respecto a noviembre. A lo largo de 2024, las ventas en supermercados acumularon una baja del 11%. En los autoservicios mayoristas, la caída fue aún más pronunciada, con un retroceso interanual del 14,5% en diciembre y una disminución del 13,2% respecto al mes anterior.

Por otro lado, durante 2024, el gobierno redujo los subsidios económicos en un 33,5% respecto al año anterior, lo que ha generado un incremento en los costos de servicios por encima de la inflación. La continua eliminación de subsidios a la energía y el transporte, junto con el enfoque en contener las paritarias, ha llevado a que una mayor porción del salario de los trabajadores se destine al pago de servicios, reduciendo el margen para el consumo de bienes y servicios.

Otro aspecto crítico que afecta el panorama económico es el cierre de organismos estatales y la privatización de empresas públicas, medidas impulsadas por el gobierno que están teniendo un fuerte impacto en la estructura productiva y social del país.

Asimismo, el atraso cambiario actual, derivado del crawling peg aplicado de manera persistente a un nivel inferior a la tasa de inflación, constituye una de las debilidades más significativas. Este atraso limita la capacidad del gobierno para acumular reservas, lo que representa un desafío considerable. A lo largo de 2025, las necesidades de divisas superarán los 29.000 millones de dólares, lo que pone presión sobre la sostenibilidad financiera del país. Los elevados compromisos de pago en moneda extranjera durante el año reflejan las dificultades estructurales que enfrenta la administración. A pesar de la acumulación inicial de divisas, los niveles netos de reservas siguen siendo negativos, y la creciente demanda de dólares continúa presionando la capacidad del BCRA para gestionar el flujo de divisas.

Además, el escenario de tasas de interés relativamente altas en pesos ha favorecido la expansión del carry trade, donde inversores aprovechan la brecha entre las tasas locales y extranjeras para obtener ganancias en divisas. Sin embargo, este fenómeno también pone en riesgo la estabilidad cambiaria, ya que un ajuste brusco de tasas podría generar una salida significativa de capitales, agravando aún más la presión sobre las reservas del Banco Central.

Ante este panorama, resulta urgente replantear las políticas económicas actuales, buscando un equilibrio fiscal que impulse un crecimiento sostenible. Es crucial fortalecer el tejido productivo nacional, reducir la vulnerabilidad externa y generar un entorno propicio para la creación de empleo y la mejora del bienestar social.

En este contexto, una de las principales vías para estabilizar la economía y fortalecer las reservas internacionales del país pasa por aprovechar el potencial del sector energético, en particular el Gasoducto Néstor Kirchner. Este proyecto estratégico no solo permite sustituir importaciones de energía, sino que también tiene el potencial de generar divisas mediante el aumento de las exportaciones de gas y derivados, contribuyendo de forma significativa a la mejora de la balanza comercial. La proyección de un superávit creciente en el balance comercial de bienes, impulsado principalmente por los combustibles, augura una mejora en las cuentas fiscales y externas del país. Según un informe elaborado por el Banco Central de la República Argentina (BCRA), se espera un saldo de USD 25.242 millones para 2025, con un excedente cercano a los USD 41.800 millones para 2030.

La optimización de la capacidad del gasoducto y el aumento de las exportaciones energéticas no solo reducirán la dependencia de importaciones de gas, sino que también permitirán ahorrar divisas destinadas a la compra de combustibles. Es fundamental, por lo tanto, fomentar inversiones en infraestructura energética, lo que generaría un flujo constante de reservas que podría estabilizar la economía en el largo plazo. Este enfoque no solo beneficiaría al sector energético, sino que también impulsaría otras áreas de la economía, generando empleo y promoviendo la inversión en sectores clave de la economía nacional.

Complementariamente, resulta indispensable la implementación de políticas que permitan apalancar en la explotación de estos recursos naturales el desarrollo de los sectores productivos. En un mundo con crecientes tensiones globales derivadas de la necesidad de energía, minerales y alimentos, la abundancia de estos recursos deben ser un punto de apoyo para transformar la estructura productiva del país. El diseño y la implementación políticas que promuevan la tecnología, el desarrollo de proveedores locales, la I+D+i, la formación de trabajadores calificados y el crecimiento de las exportaciones permitirán crear más y mejores empleos a lo largo de las cadenas de valor.

Ahora bien, apalancarse en los recursos naturales no puede implicar dejar de lado sectores industriales tradicionales, con importantes capacidades tecnológicas y generadoras de puestos de trabajo de calidad. Sectores como el automotriz se han visto muy golpeados durante el primer año de gestión del nuevo gobierno. En ese período el sector sufrió una caída del 15% en la producción de vehículos (respecto del año 2023), observándose el retiro del país de importantes jugadores dentro del sector y un deterioro en toda la cadena de valor.

4.

En el mismo sentido se debe dar impulso al entramado productivo de las PyMEs, con un enorme potencial en términos de generación de empleo, tecnología y exportaciones. Las exportaciones de PyMEs representaron un motor de las ventas al exterior de Argentina.

Durante los dos años que estuvimos en el Ministerio de Economía las PyMEs exportaron 11 mil millones de dólares, y entre 2016-2019 no llegaban a los 9.500 millones. Para potenciar esta agenda lanzamos programas específicos para la PyME exportadora (como Potencia PyMEx) porque sabemos que estas empresas crean mejores puestos de trabajo, son más productivas y generan divisas para la economía. Esta agenda para acompañar a las PyMEs la complementamos con una agenda de financiamiento a tasas competitivas específica para la PyME exportadora y también realizamos la exposición industrial más grande en los últimos 50 años para que toda la ciudadanía pueda ver lo que se construye en el país. Esto es porque el promedio de la tonelada que exporta argentina no llega a los 600 dólares, pero cuando exporta una PyME industrial está exportando a más de 2.500 dólares la tonelada.

Inseguridad y su impacto en los hábitos de los argentinos

Permanentemente vemos como los argentinos modifican sus hábitos debido a la inseguridad, con un promedio de ocho muertes diarias por disparos de armas de fuego. En los robos de vehículos, en el 93,2% de los casos, los delincuentes utilizan un arma de fuego, lo que refleja la violencia creciente en la delincuencia callejera. La cocaína y el «paco» están afectando gravemente a la población, con un 11,8% de las muertes en la población de 15 a 64 años relacionadas con estupefacientes.

Ante esta situación, en el Frente Renovador pensamos que la respuesta debe ser clara y contundente:

1. Más policías, más patrullajes y más centros de monitoreo con cámaras de reconocimiento facial e inteligencia artificial. La prevención del delito es fundamental, lo probamos en Tigre donde el delito bajó drásticamente. Solo una policía presente y cercana puede evitar el delito o responder con urgencia frente a una emergencia de seguridad.

2. Pero además hay que ir a un modelo nuevo: el patrullaje ya no puede ser solo por tierra. Hay que capacitar pilotos de drones y modernizar la vigilancia con tecnología. También es clave avanzar con la Ley de Policías Locales, aunque eso implique pelearse con la corporación judicial

3. Se necesita actualizar el Código Penal, que tiene casi 100 años, para contemplar la protección de las víctimas y adaptarse a las nuevas modalidades delictivas, subiendo las penas para delitos graves y eliminando beneficios como libertades anticipadas.

4. Reformas al Proceso Penal Federal: Se propone descentralizar la justicia, con presencia de jueces y fiscales en zonas de alta criminalidad, y mejorar la verificación judicial para evitar la «puerta giratoria».

5. Responsabilidad Penal Juvenil: Se plantea un nuevo régimen penal para jóvenes de 14 a 18 años, con un proceso acusatorio, medidas cautelares y seguimiento de la reincidencia, además de la construcción de centros de contención.

6. Ley de Recupero de Activos: Se creará una ley para recuperar los bienes de organizaciones criminales y utilizarlos para fines sociales, mediante la creación de una agencia encargada de administrar esos bienes.

7. Ley de Ciberseguridad: Se establecerá un Centro Nacional de Ciberprotección para enfrentar ataques cibernéticos, con un enfoque preventivo, reactivo y de mitigación para proteger infraestructuras críticas y recursos nacionales.

8. Nuevo sistema penitenciario: Se propone un cambio de paradigma en el sistema carcelario, con cárceles integradoras que promuevan el tratamiento personalizado, adicciones, educación, y trabajo, además de la creación de pequeñas unidades penales y el control tecnológico dentro de las prisiones.

El futuro del trabajo, hacia una reforma integral

La reforma laboral actual, contenida en la Ley Bases y el Mega DNU 70/23, no ha sido efectiva. La flexibilización de las políticas laborales ha llevado a la pérdida de casi 243.000 puestos de trabajo en 2024, los cuales han sido reemplazados parcialmente por monotributistas, transformando empleo de calidad en empleo precario.

Asimismo, la digitalización eleva la productividad, demanda nuevas habilidades, y genera un cambio en los trabajos de calificación media, mientras que aumentan las tareas de alta y baja calificación. El trabajo en plataformas digitales ha aumentado, especialmente entre los jóvenes, y presenta nuevos desafíos en términos de regulación y derechos laborales.

La desregulación sin criterios claros afecta a las pequeñas empresas, asalariados y trabajadores por cuenta propia, agravando la situación económica.

Desde el FR creemos en la necesidad de:

1. Soluciones integrales para el empleo: Es necesario crear empleos en sectores estratégicos y con criterio federal. Frente a la especulación financiera, proponemos un modelo de producción y empleo que abarque todos los sectores económicos para aumentar la productividad y abordar las desigualdades laborales en coordinación con el sistema científico-tecnológico y educativo.

2. Se propone una modernización de las leyes laborales, considerando las particularidades de cada sector, las nuevas modalidades laborales como el trabajo en plataformas digitales y modificaciones basadas en el acuerdo tripartito entre empresarios, sindicatos y el Estado.

3. Modificación del régimen fiscal para microempresas y pymes: La propuesta incluye la eliminación escalonada de cargas patronales y costos de ART para microempresas y pymes, además de estrategias específicas para reducir el trabajo informal en sectores clave como casas particulares, construcción y comercio.

4. Conversión de planes sociales en empleo registrado: Se propone una política para convertir planes sociales en empleo registrado, con un enfoque en jóvenes, la creación de una plataforma digital para cobertura laboral y el rediseño del sistema de formación, entrenamiento y certificaciones laborales adaptado a la demanda del mercado.

En búsqueda de un sistema de salud universal y accesible

Durante el 2024, vimos como se restringía el acceso a la atención médica: menos recursos destinados a salud afectan directamente el acceso a la atención médica, tanto en emergencias como en enfermedades. La salida de la OMS implica perder acceso a programas de asistencia sanitaria, vacunas accesibles y guías científicas internacionales, lo que impacta la prevención de enfermedades y la respuesta ante pandemias.

La intervención en la lógica solidaria del sistema de obras sociales y la pérdida de fuentes laborales dejan a millones de personas sin cobertura adecuada. Esto se suma a la Eliminación de la cobertura de medicamentos oncológicos y venta de medicamentos fuera de farmacias: Miles de pacientes se ven obligados a costear tratamientos oncológicos caros o depender de la asistencia judicial para recibir atención. Por otro lado. La autorización de venta de medicamentos fuera de las farmacias podría aumentar los riesgos de automedicación y mal uso de medicamentos, especialmente en poblaciones vulnerables.

Frente a esta política, en el FR creemos que es necesario:

1. Un sistema de salud donde todas las personas, independientemente de su cobertura (pública, obra social o prepaga), tengan acceso a la misma calidad de atención, con una mejor distribución de recursos entre hospitales y centros de salud.

2. Crear un Fondo Federal de Salud para garantizar buenos sueldos y condiciones laborales para médicos y enfermeros, además de mejorar la infraestructura hospitalaria, especialmente en zonas rurales.

3. Priorizar el abastecimiento de medicamentos esenciales y la producción nacional de tecnología médica para reducir costos, junto con la digitalización del sistema de salud para asegurar el acceso a la historia clínica desde cualquier hospital.

4. Atención rápida, prevención y abordaje de la salud mental: Mejorar la organización de turnos y fortalecer los centros de atención primaria para evitar demoras en hospitales, además de implementar más programas de prevención en comunidades y escuelas para detectar enfermedades a tiempo. Priorizar las políticas de Salud Mental, fortaleciendo los dispositivos de prevención y atención.

5. Innovación y salud del futuro: Fomentar la investigación médica, la medicina personalizada basada en genética, el uso de inteligencia artificial y la telemedicina para mejorar diagnósticos, tratamientos y el acceso a la salud, además de implementar un modelo preventivo de salud basado en hábitos saludables.

Reconfigurando el futuro educativo argentino

La educación en Argentina ¿aporta al desarrollo nacional? Y si así fue ¿por qué la crisis del sistema educativo en los niveles primario y secundario es tan profunda? ¿Es posible que se recupere? ¿Qué decisiones debemos tomar para lograrlo?

Nuestro objetivo principal debe ser mejorar la calidad de la educación, sobre todo la de gestión estatal, para generar mejores condiciones de competitividad y un mejor proyecto de vida para las personas, reconstruyendo un ethos comunitario por el cual volvamos a compartir el cuidado del otro como una tarea deseable.

Además debemos propender a:

1. Subir de 6 a 9 puntos del PBI la inversión obligatoria en educación, con un punto y medio exclusivo para el sistema universitario nacional.

2. Generar nuevos conocimientos y desarrollos en industrias potencialmente estratégicas: IA, programación, energía nuclear, etc. Es fundamental desarrollar la soberanía tecnológica y técnica en el marco de los crecientes proteccionismos.

3. Incorporar valor a las agro-exportaciones a través de la educación, apuntando al desarrollo tecnológico.

4. Es necesario un sistema que garantice los 190 días de clase todos los años, con el compromiso del gobierno nacional, provincial, los sindicatos y docentes. Garantizar un sistema educativo público, gratuito, de calidad y con incorporación de tecnología desde los 45 días hasta la universidad debería ser un compromiso de todos los argentinos.